Conversaciones sobre la construcción del relato contemporáneo. Del objeto al sujeto plural (2ª parte)

Conversaciones sobre la construcción del relato contemporáneo.

Del objeto al sujeto plural (2ª parte)

Estas conversaciones se desarrollan en el marco de la preparación del libro La Diagonal Verda. Este libro va más allá de ser una recopilación de proyectos de los alumnos del Trabajo Final de Grado TFG del curso 2012/2013 de la Esarq. En realidad es una publicación que pretende compartir una intensa reflexión de 11 meses que se estructura a partir de la construcción de la idea de La Diagonal Verda enunciada por Margarita Jover. Es decir, durante casi un año, 2 talleres, el taller Sagrera liderado por Jordi Badia, Jaime Batlle y Eva Damiá, y el taller Ciutadella, liderado por Marta García-Orte y yo mismo, hemos desarrollado conjuntamente con los alumnos, una manera de entender la idea de paisaje, y la capacidad de esta noción para crear un nuevo mapa de la ciudad de Barcelona. A la conocida Avenida de la Diagonal de la ciudad condal hemos contrapuesto una nueva diagonal paisajística, operativa y estructuradora de la forma urbana mucho más abierta, plural y ligada con su tiempo. Por el interés de las ideas que han ido surgiendo durante estas sesiones, he pensado en recoger en una nueva categoría, conversaciones, las diferentes reflexiones. Para contextualizar aquello de lo que hablamos aquí, se puede visitar el blog http://diagonalverdabcn.blogspot.com.es y a partir del mes de agosto se puede adquirir el libro en http://vibokworks.com/en/

Jorge García de la Cámara, Marta García-Orte y Miquel Lacasta

Restaurante El Bosco. Barcelona 04 Junio 2013. 22.00h

Jorge García de la Cámara_ Y puesto que estamos hablando del proceso de construcción del discurso en el caso del taller, podríamos preguntarnos, ¿cómo ha sido la definición del programa?, ¿hasta qué punto el alumno se ha implicado en su definición?, ¿ha sido un programa que le ha venido dado?

Miquel Lacasta_ Bueno, ahí era imposible abrir tanto. Nosotros, sobre la idea de un paisaje productivo hemos buscado los programas, dada la situación actual, con poco peso de lo público. No queríamos hacer un enésimo centro de asistencia primaria, no tenía ningún sentido, ni tampoco una biblioteca más…

Marta García-Orte_ Ya, y el lugar tampoco lo pedía.

JGC_ O sea, que cada estudiante en base a esas condiciones de partida, elaboraba su propio programa.

MGO_ Sí, bajo unos metros cuadrados acotados.

JGC_ Lo pregunto porque es importante también, sobre todo cuando hablábamos de cara al posicionamiento. Ahí también hay un elemento importantísimo de compromiso hacia el proyecto: mide las componentes de riesgo o las componentes de implicación o de intencionalidad que decíamos antes, ¿no?

ML_ La idea es hacer un ejercicio interescalar y con rigor y profundidad en un tiempo muy acotado que son 9 meses, de ahí sale la intensidad. Por tanto el programa queda abierto a reflexiones y mejoras, evidentemente, pero parte de una situación dada muy clara. Y para no inventar nada, preferimos que surja de demandas reales.

MGO_ Aun así, hemos insistido sobre el programa y que entendieran lo de paisaje productivo y por qué el programa iba vinculado; porque si no empezaban de cero, y ha costado un poco entender esa relación entre programa e investigación.

JGC_ Desde luego está la componente urbana, la componente cultural, la componente social…. Pero una que es importantísima, que yo creo que es fundamental y más ahora, en la fase en la que están los estudiantes, es la tecnológica; es decir, cuál es tu compromiso con la tecnología disponible en este momento para poder materializar ideas. Yo creo que los grandes arquitectos del siglo XX, si por algo han destacado, ha sido también por un máximo rendimiento y una máxima eficacia en el uso de la tecnología disponible en ese momento. Para mí es importantísimo hacer extensivo este compromiso hacia este conocimiento, digamos, intencionado. A mí lo que me interesa de los americanos, y también lo que ocurrió un poco a principio de siglo XXI, fue como el verbalizar la necesidad de un cierto pragmatismo, es decir, el teorizar en el pragmatismo.

ML_ “Thinks on the making”, de John Rajchman en “A New Pragmatism”?, ¿no?

JGC_ Yo lo decía más por el thinking as doing, de Stan Allen…

ML_ Bueno, está también ahí…

JGC_ Sí, sí, exactamente.

MGO_ Es verdad, en la conversación entre José Lluís Mateo y Stan Allen hablan de pragmatismo.

JGC_ Una cosa buena que tenemos en Europa frente a los anglosajones, es que en Europa, o particularizando, en el caso de España, no hay una fascinación por la máquina. Esa fascinación por la máquina a ellos les evita tener que tomar decisiones de un cierto calado. Hay como una cierta actitud de edición sobre un trabajo que está haciendo la máquina y por eso, el discurso desde el punto de vista del pragmatismo anglosajón, es más discutido, digamos que, más peligroso, porque muchas veces el arquitecto queda sepultado en un segundo plano. En el caso de los arquitectos en España podemos ver como nos vamos alejando cada vez más de actitudes como las de Alejandro de la Sota, que desde un principio estaba ahí, implicado en la tecnología y en la toma de decisiones, en el aprovechamiento de la tecnología disponible en cada momento para cada uno de los proyectos.

ML_ Sí, como Fisac también.

MGO_ Sí, desde luego, y con una gran intensidad.

ML_ Es muy interesante lo que dices porque, tanto en la práctica profesional como académica, en un cierto momento los arquitectos hemos renunciado a estar en punta de lanza de la tecnología. Y en parte es porque hay un conflicto entre la relación del tempo de la arquitectura y el tempo de la tecnología. Entender que la tecnología también es teoría y partir de ahí, el poder de la tecnología trasciende el cacharro, y de una manera contundente, resitúa el ámbito tecnológico en el centro de la discusión, o en uno de los centros de la discusión de lo que realmente significa el acto de proyectar en arquitectura.

MGO_ En el tiempo del proyecto es cuando descartarás ciertas herramientas tecnológicas que ya ves, y que igual se quedarán por el camino; obligando a seleccionar. Es por eso que la intuición es muy importante. Hay ciertos parámetros donde el arquitecto tiene que seguir estando y donde la máquina y la evolución tecnológica responden, y no al revés. A veces, el problema que nos encontramos es que estamos hablando con ingenieros que primero inventan cosas y luego te dicen, ¿para qué sirve eso? Pues se trata de intentar hacer ese proceso a la inversa.

ML_ Vamos, consiste en darle la vuelta a esa ecuación y conseguir que la tecnología juegue a favor.

MGO_ Exacto, se trata por ejemplo de recoger datos, y con esos datos se pueden generar cartografías de interés urbanístico, cartografías de noche, cartografías de circulaciones, cartografías de un nuevo mundo que no veríamos si no fuera por los datos tecnológicos que te están dando. Eso también son nuevas herramientas.

JGC_ En el fondo se trata de no perder el interés por lo que estás trabajando, no tanto en clave de autoría, pero sí en tanto que se trata de un equipo que está trabajando sobre un proyecto.

ML_ Hay un tema que salió hace poco en una conversación con Marta precisamente con el mundo tekkie. El tema era situar el horizonte donde lo tecnológico encuentra un espacio propio con la incorporación natural de lo emocional, quiero decir, hay un mundo, el tecnológico que tiene una lógica que va por una línea propia de desarrollo y en contraposición, existe lo humano, lo emocional, o lo sensitivo que va por otra lógica. Ahí también hay una distancia entre ambas lógicas que no se tocan, no se leen, que no se miran, van de espaldas siempre, ni tan siquiera se hacen guiños. En el horizonte, pensamos que cuando cerremos un poco el círculo entre lo tecnológico y lo emocional, en términos que incluso vayan más allá de lo arquitectónico, será cuando surgirá una nueva era. Haciendo un slogan, de acuerdo con el hi-tech, ¡pero sin olvidar el hi-touch!

JGC_ Yo creo que ahí el arte, posiblemente, va siempre avanzado. Conforme ibas contando, iba recordando las instalaciones de Rafael Lozano-Hemmer que van muy en esa línea. Es como dar dimensiones al espacio a través de los usuarios, interactuando mediante elementos tecnológicos, puedan ser éstos unas bombillas, unas cámaras, unos sonidos o proyecciones… Pero en el fondo siempre existe esa componente emocional vinculada a lo tecnológico que hace que la experiencia espacial sea radicalmente distinta, y esto es esencial.

MGO_ Eso es lo que decía, que hay que experimentar en algo que te permita un feedback, más rápido. Y luego, lo tecnológico te permite también proyectar el edificio aparte, o sea, ya no se trata de pensar exclusivamente una sala, un espacio, un lugar, sino pensarlo todo desde la envolvente hasta los espacios. De forma transversal.

ML_ Otra vez topamos con la idea de ecosistema.

MGO_ Un ecosistema que partía de un Excel que había sido corroborado igual en Rhino, bien ejecutado, porque al final, las herramientas más tecnológicas lo que tienen que hacer es de soporte de las intuiciones.

JGC_ Sí, se trata de no dejar de ejercer el control sobre la herramienta, no de que la herramienta te dé el resultado y tú elijas el que consideres más adecuado.

MGO_ Exacto.

ML_ Ahí es donde entra a la palestra el sujeto, ¿no? La condición subjetiva. Nos parece interesante, y quizá esto no lo hemos explicado mucho en el taller, pero sí que está detrás de todo lo que hemos intentado hacer en él. La idea se basa en la creencia de que la arquitectura es esencialmente una disciplina intersubjetiva. Está estructurada desde una lógica de relación del tú con los otros y de los otros contigo. Y ahí tienes que estar todo el rato registrando, creando registros documentales que actúan, que ayudan, que enriquecen, que modifican tus pautas de comportamiento para dar una respuesta que va mas allá de lo que te gustaría en algunas ocasiones o de lo que te pueda decir cualquier máquina, cualquier software, cualquier programa o cualquier algoritmo. Creo que este punto de vista todavía hace las cosas más complejas. Es allí dónde está realmente el core de la disciplina, o sea, el saber jugar entre lo tecnológico y lo emocional, saber jugar entre lo subjetivo y lo objetivo, saber jugar entre lo individual y lo colectivo. Es decir, estamos en un momento en que debemos substituir el “o” por el “y”. En segundo lugar, parece claro que no todo empieza ni acaba en un relato lineal. Estamos hablando de la construcción del relato, hablando precisamente de las lógicas complejas que están detrás de toda una serie de toma de decisiones que tienen como objetivo transformar la realidad.

JGC_ Hablamos también del momento en el que todo el concepto de autoría, de lo individual, se trabaja desde lo colectivo. Y además me parece muy interesante esta apreciación tuya de sustituir el “o” por el “y”, porque en el momento en que todo es “y”, te sacudes de encima todos los dogmas. Ya no pueden quedar dogmas en la arquitectura y es que en el fondo la arquitectura es intención y lo demás son las herramientas imprescindibles para construir esa intención.

ML_ Muchas gracias por el tiempo y las reflexiones. Hasta pronto.

Jorge García de la Cámara es arquitecto y director del Master in Architectural Design – MADES en el IE

Marta García-Orte es arquitecta y profesora de TFG Esarq UIC

*La imagen del post es una obra The Other, el colectivo compuesto por Marina Abramovic y Ulay, titulada Relation in Time de 1977. En http://delir-arte.blogspot.com.es/2012/10/imponderabilia.html

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